Un cambio de casa y ciudad con niños
Artículo revisado por el Comité
Como todo, la reacción de un niño ante un cambio de casa dependerá mucho de la edad que tenga. Hasta los 2 o 3 años de edad, su reacción no requiere preocupaciones.
En el caso de un cambio de casa, los niños necesitarán que sus padres les transmitan un mensaje de tranquilidad y seguridad. Explicar a un niño pequeño acerca de un cambio de casa puede convertirse en algo muy divertido. Utiliza algún cuento, o simula una historia de familias que cambian de casa utilizando plastilinas, dibujos, juguetes, o lo que te ocurra. La diversión y la información estarán aseguradas.
Consejos para mudar de casa con niños pequeños
En el caso de niños mayores, a partir de los 3 años de edad, algunos psicólogos aconsejan a que los padres sigan algunos pasos:
1- Se debe explicar claramente al niño, y de una forma positiva, el porqué de la mudanza. Y en el caso de que el niño te haga preguntas, no le deje sin respuestas.
2- Es aconsejable que familiarices al niño, de la mejor forma posible, con la nueva casa y sus alrededores. Enséñale fotografías, mapas, etc. Además, si es posible, lleva a tu hijo a visitar la nueva casa, antes de la mudanza.
3- Explica al niño sobre las ventajas que tendrá al cambiarse de casa. Dile que hará nuevos amigos, que tendrá nueva habitación,…, y se concentre solamente en los beneficios que traerá la mudanza.
4- A los niños les gusta las novedades. Describe el lugar donde está ubicada la nueva casa o piso. Anímale diciendo que tendrá parques, mucho verde, más espacio para juegos, que estará más cerca de la escuela, y lo que te ocurra, desde cuando sea verdad.
5- Adelántate a las preocupaciones que pueda tener tu hijo. Dile, por ejemplo, que él no perderá sus amigos de toda la vida. Que continuarán encontrándose siempre que puedan los papás.
6- Cuando se haya hecho la mudanza, anima al niño a explorar el local. A descubrir rincones secretos, además de pedir su ayuda para decorar su nueva habitación, y determinar lugares para sus juguetes.
7- El mejor momento para una mudanza de casa es en el periodo de las vacaciones escolares, y de algún largo festivo. Si ves que tu hijo tiene condiciones de colaborar, inclúyale en los trabajos de la mudanza. Pero si ves que a tu hijo todavía no se interesa por ello o que le da igual, permítale que se quede durante los días de la mudanza, en la casa de algún familiar, o de algún amigo de confianza. Así lo mantendrás alejado de todo el estrés que supone una mudanza.
8- Invita a tu hijo a separar los juguetes que él quiera llevar a la nueva casa, y a ponerlos en una caja. Si el niño ya sabe escribir, pídale que ponga una identificación en la caja.
9- Evita que el cambio de casa no coincida con otros cambios en la vida del niño. Por ejemplo, con los cambios de cuna a cama, con la retirada de los pañales, y mucho menos con una separación de pareja. Cada cambio a su hora.